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El desabasto silencioso: entre recetas sin surtir y promesas rotas

  • Foto del escritor: Julio Alberto Martinez Cisneros
    Julio Alberto Martinez Cisneros
  • 14 may
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 15 may


	Imagen generada con inteligencia artificial.
Imagen generada con inteligencia artificial.

En México, el acceso efectivo a medicamentos no debería ser un lujo ni una excepción, pero lo ha sido. Desde hace más de una década, el problema del desabasto ha sido una constante que impacta directamente la salud y calidad de vida de millones. Más allá del número de medicamentos disponibles en almacenes, lo que duele —y preocupa— es la experiencia cotidiana de quienes reciben una receta y salen con las manos vacías.


El informe más reciente de la organización Nosotrxs documentó que entre 2019 y 2023 se registraron más de 30 mil reportes ciudadanos por falta de medicamentos en hospitales públicos del país, particularmente en tratamientos contra el cáncer, enfermedades raras y VIH/Sida (1). Pero no se trata solo de cifras: cada reporte representa a una persona cuya continuidad terapéutica se vio interrumpida, muchas veces sin explicación ni alternativas.


Una parte del problema radica en cómo se mide. Las autoridades tienden a reportar el “porcentaje de abasto” en almacenes centrales o estatales, cuando lo más relevante es el porcentaje de surtimiento efectivo de recetas. Es decir, si el medicamento llega al paciente o no. Aquí la brecha se ensancha. Datos de la Auditoría Superior de la Federación muestran que, en algunos años, el surtimiento completo de recetas apenas rondó el 65% en unidades del IMSS Bienestar y el ISSSTE (2).


Frente a ello, se han planteado soluciones que aprovechan la red de farmacias privadas para complementar la entrega de medicamentos mediante convenios de abasto solidario. Países como Chile y Colombia han experimentado modelos mixtos que, con regulaciones claras, permiten mejorar la cobertura sin ceder soberanía sobre la política farmacéutica pública (3).


Garantizar el abasto no se logra solo con compras consolidadas o discursos de austeridad. Requiere un sistema transparente, descentralizado, vigilado y centrado en el paciente. Porque en salud, lo que no se entrega a tiempo, simplemente no llega.


Referencias:

  1. Nosotrxs. Informe sobre el desabasto de medicamentos en México 2019-2023. Ciudad de México; 2023.

  2. Auditoría Superior de la Federación. Informe del resultado de la fiscalización superior de la Cuenta Pública 2022. Ciudad de México; 2023.

  3. Pan American Health Organization. Access to medicines and other health technologies and the right to health in the Americas: A regional overview. Washington, D.C.; 2021.

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