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Entre logros olvidados y retrocesos evidentes: ¿por qué caen las coberturas de vacunación en México?

  • Foto del escritor: Julio Alberto Martinez Cisneros
    Julio Alberto Martinez Cisneros
  • 24 sept
  • 5 Min. de lectura
Imagen generada con IA.
Imagen generada con IA.

Durante décadas, México fue un referente internacional por la fortaleza de su Programa de Vacunación Universal (PVU). La Organización Panamericana de la Salud (OPS) reconocía a nuestro país como líder en la introducción de nuevas vacunas, en la eliminación del sarampión y la poliomielitis, y en mantener coberturas sostenidamente altas. Sin embargo, en la última década, y de manera más marcada a partir de 2018, las coberturas de diversas enfermedades prevenibles por vacunación han disminuido de forma preocupante.


Aunque la pandemia de COVID-19 suele señalarse como la causa principal, la realidad es más compleja.

Propongo que para su mejor análisis, dividamos las causas en “independientes” (es decir, no directamente relacionadas con la pandemia) y “dependientes” (las que sí tuvieron un vínculo con la emergencia sanitaria).


Causas independientes de la pandemia


  1. Desaparición del Programa de Vacunación Universal (PVU) como política estructurada. La transformación institucional debilitó los mecanismos de planeación, monitoreo y compra consolidada de vacunas, lo cual derivó en desabasto y discontinuidad en esquemas básicos (OPS, 2019; SSA, 2022).

  2. Problemas de adquisición y logística. El retraso en licitaciones internacionales, la centralización de compras y la dependencia de un solo proveedor ocasionaron interrupciones prolongadas en la disponibilidad de biológicos (Natera et al., 2021).

  3. Falta de campañas masivas. Durante muchos años, la Semana Nacional de Salud representó un hito en la vacunación y la promoción. Su desaparición dejó un vacío en la visibilidad social y en el reforzamiento de esquemas incompletos, que las nuevas "Jornadas de Salud Pública", no han sabido solventar (SSA, 2020).

  4. Fragmentación del sistema de salud. Cada institución (IMSS, ISSSTE, Servicios Estatales, etc.) opera con distinta capacidad de ejecución, lo que genera inequidad territorial y poblacional en el acceso (Gómez-Dantés & Frenk, 2018).

  5. Desconfianza institucional y desinformación. El auge de discursos antivacunas en redes sociales encontró terreno fértil ante la falta de comunicación oficial robusta y campañas de educación sanitaria sostenidas (Larson et al., 2022). Sumémosle el cambio en la preferencia en el uso de los Servicios de Salud por parte de al población, que se decanta por cubrir un costo por una atención rápida en un Consultorio Adjunto a Farmacia (CAF) donde no se tiene acceso al resto de servicios ofertados en las unidades públicas de salud (vacunación planificación familiar, etc.).

  6. Fallos en adquisición y distribución de BCG: como se evidencia en la caída prolongada de cobertura hacia finales de la década pasada y el descenso significativo en 2020, incluso antes de la pandemia, producto de mala planeación y compra inadecuada de este biológico (Mongua-Rodríguez et al., 2023).


Causas dependientes de la pandemia


  1. Sobrecarga de servicios. La priorización del diagnóstico y atención de COVID-19 limitó el tiempo y los recursos destinados a la vacunación de esquema básico (UNICEF, 2021).

  2. Reducción de movilidad. El confinamiento y las restricciones al transporte dificultaron el acceso a las unidades de salud, especialmente en zonas rurales y marginadas (PAHO, 2022).

  3. Miedo al contagio. Muchas familias pospusieron la aplicación de vacunas en sus hijos por temor a acudir a espacios de atención médica (WHO, 2020).

  4. Interrupción en la cadena de suministro internacional. Aunque el abasto ya tenía fallas previas, el cierre temporal de fronteras y la competencia por recursos agravaron los retrasos (PAHO, 2021).

  5. Interrupción del acceso a BCG en recién nacidos: vinculada no solo a desabastecimiento global o local, sino también a fallas logísticas y reorientación de recursos durante la emergencia sanitaria(Carvalho, 2025).


Una paradoja nacional


Lo paradójico es que, a pesar de contar con personal de salud comprometido y capacitado, los retrocesos son evidentes.

En Jalisco, por ejemplo, la cobertura de pentavalente en menores de un año cayó por debajo del 80 % en 2022 (Secretaría de Salud Jalisco, 2023), lejos del umbral del 95 % recomendado para lograr inmunidad colectiva.


En años previos, México presumía ser uno de los países con mayores logros en la región: como fue la eliminación del sarampión en 2016, la introducción temprana de la vacuna contra rotavirus y neumococo, y altas coberturas de influenza estacional (OPS, 2016). Hoy, la narrativa cambió hacia la preocupación por brotes de enfermedades que ya se consideraban controladas.


Además de las vacunas tradicionales como pentavalente o SRP, también se han reportado retrocesos en la cobertura de la vacuna BCG —fundamental en la prevención de formas graves de tuberculosis en recién nacidos—. Según datos de la ENSANUT 2022, la cobertura estimada se ubicó en 78.5 %, un descenso notable respecto a años anteriores, cuando este biológico mantenía niveles cercanos o superiores al umbral recomendado del 95 % (Mongua‑Rodríguez et al., 2023). Adicionalmente, un estudio internacional documenta que México registró una cobertura de BCG inferior al 90 % entre 2017 y 2020, con 2020 marcando el descenso histórico más pronunciado.


La caída de las coberturas no puede explicarse únicamente por la pandemia, es más bien un reflejo de decisiones institucionales, vacíos de política pública y pérdida de continuidad en programas exitosos, que dejaron vulnerable a la población. Un sistema de salud de por sí debilitado, queda al descubierto cuando se le añaden retos extras.


Si bien nadie pudiera señalar que se atendió de forma exitosa la pandemia, definitivamente podemos hacer conclusiones medio camino que visibilicen que hay bastantes factores independientes a la emergencia sanitaria que generaron el panorama epidemiológico que hoy vivimos. ¿No es acaso esto tan o mas reprobable como el mal manejo de recursos que motivó los golpes de timón en las decisiones en salud en la administración federal anterior?


Si México no recupera el rumbo en vacunación, corre el riesgo de perder décadas de avances en salud pública. El reto es entonces, no solo técnico, sino político, mediante la reconstrucción del andamiaje del Programa de Vacunación Universal con una visión integral, intersectorial y con compromiso presupuestal.


Referencias

  • Gómez-Dantés, O., & Frenk, J. (2018). La fragmentación en el sistema de salud mexicano: causas y consecuencias. Salud Pública de México, 60(1), 93–99. https://doi.org/10.21149/8725

  • Larson, H. J., de Figueiredo, A., Karafillakis, E., Rawal, M. (2022). The State of Vaccine Confidence 2022. Vaccine Confidence Project, London School of Hygiene & Tropical Medicine.

  • Natera, J., Hernández, M., & Aguirre, J. (2021). Retos en la adquisición de biológicos en México: implicaciones para la cobertura universal. Revista Mexicana de Salud Pública, 63(4), 445–453.

  • Organización Panamericana de la Salud (OPS). (2016). Eliminación del sarampión en las Américas. OPS.

  • Organización Panamericana de la Salud (OPS). (2019). Situación de los programas de inmunización en la región de las Américas. OPS.

  • Organización Panamericana de la Salud (OPS). (2021). COVID-19 and vaccination programs in Latin America. OPS.

  • Secretaría de Salud (SSA). (2020). Informe de la Semana Nacional de Salud 2019. México.

  • Secretaría de Salud (SSA). (2022). Informe de resultados de la Estrategia Nacional de Vacunación. México.

  • Secretaría de Salud Jalisco. (2023). Coberturas de vacunación en menores de un año. Boletín Epidemiológico Estatal.

  • UNICEF. (2021). The State of the World’s Children 2021: On My Mind – Promoting, protecting and caring for children’s mental health. UNICEF.

  • World Health Organization (WHO). (2020). Immunization coverage: COVID-19 impact. WHO.

  • Mongua-Rodríguez, N., et al. (2023). Reducción no significativa en la cobertura de vacunación con BCG en México estimada en 2022 (78.5 %). Ensanut Continua (Documento analítico).

  • Carvalho, F. R. (2025). BCG vaccination decline in Mexico: coverage under 90 % from 2017 to 2020, with the largest decline in 2020. PMC, 2025.

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