top of page

El resurgimiento del sarampión: desafíos para la salud pública en México y Jalisco

  • Foto del escritor: Julio Alberto Martinez Cisneros
    Julio Alberto Martinez Cisneros
  • 23 abr
  • 3 Min. de lectura


Imagen generada con inteligencia artificial.
Imagen generada con inteligencia artificial.

El sarampión, una enfermedad que durante años fue considerada bajo control gracias a los programas de vacunación, ha resurgido con fuerza en distintas regiones del mundo. Esta reaparición se debe, en gran medida, a la disminución sostenida en las coberturas vacunales, que ha debilitado la inmunidad colectiva y ha abierto la puerta a brotes que antes parecían improbables. En 2023, más de 22 millones de niños no recibieron la primera dosis de la vacuna contra el sarampión, y apenas el 74% recibió la segunda dosis recomendada, muy por debajo del umbral del 95% necesario para evitar brotes (CDC, 2024). En 2024, se reportaron más de 320,000 casos a nivel mundial, con una distribución preocupante en regiones de Asia, África y Europa del Este (PAHO, 2025).


México, que había sido declarado libre de sarampión en 2016, enfrenta en 2025 un brote que ha puesto a prueba la resiliencia del sistema nacional de vacunación. Hasta abril de este año, se han confirmado 362 casos, 347 de ellos en el estado de Chihuahua, donde la cobertura vacunal en niños de 18 meses es tan baja como el 21%. El brote ha cobrado ya una víctima mortal: un hombre de 31 años no vacunado y con comorbilidades (El País, 2025a). Se ha identificado como probable origen del brote un viaje a Texas, Estados Unidos, en donde comunidades religiosas con posturas antivacunas han favorecido la propagación del virus (El País, 2025b).


Jalisco, aunque sin casos confirmados hasta el momento, no está exento de riesgos. Datos de prensa local revelan que cerca del 30% de los menores en el estado no tienen su esquema completo contra el sarampión (OEM, 2024), lo que representa una vulnerabilidad importante en caso de que el virus ingrese a la entidad. En respuesta, la Secretaría de Salud de Jalisco ha puesto en marcha una campaña intensiva de vacunación dirigida a niños de entre uno y ocho años, disponible gratuitamente en todos los centros de salud (Informador, 2024). A pesar de estos esfuerzos, la realidad es que muchas comunidades continúan con coberturas subóptimas, especialmente en zonas rurales o marginadas.


Frente a este contexto, la vigilancia epidemiológica adquiere un papel crucial. La detección oportuna de casos y la notificación inmediata a los sistemas de salud permiten contener la diseminación del virus. México ha reportado, hasta la semana epidemiológica 10 del año, un total de 416 casos sospechosos de sarampión o rubéola en estudio (Infobae, 2025). Estas cifras indican que, si bien el brote aún es focalizado, existe un riesgo real de expansión si no se logra incrementar la inmunización en los grupos rezagados.


El resurgimiento del sarampión no es solo una alerta sobre un retroceso sanitario, sino también un recordatorio de que las políticas de salud pública deben mantenerse activas, coordinadas y basadas en evidencia. Reforzar la vacunación, restablecer la confianza en la medicina preventiva y garantizar una vigilancia robusta son estrategias imprescindibles para proteger a la población. En Jalisco, como en muchas otras entidades, es fundamental no bajar la guardia: la salud pública es una responsabilidad compartida que no admite vacíos.


Referencias

Comentarios


bottom of page