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Hacia una Atención Médica Metropolitana: Democratización de los Servicios de Salud como Respuesta a la Centralización

  • Foto del escritor: Julio Alberto Martinez Cisneros
    Julio Alberto Martinez Cisneros
  • 7 may
  • 5 Min. de lectura
Imagen generada con inteligencia artifical.
Imagen generada con inteligencia artifical.

La centralización de los servicios de salud en México ha sido una constante en la configuración del sistema sanitario. Durante décadas, el acceso a la atención médica ha estado condicionado por la capacidad del gobierno federal y los estados para administrar, financiar y operar los servicios, relegando a los municipios a un papel secundario. Sin embargo, esta estructura ha demostrado ser ineficiente en la provisión de atención oportuna, especialmente en el nivel local, donde se presentan las primeras barreras para el acceso efectivo a la salud.

 

En particular, la atención médica de urgencias enfrenta retos significativos en las ciudades conurbadas y zonas metropolitanas, como el Área Metropolitana de Guadalajara, Jalisco, así como otras ciudades de México conformadas por varios municipios, donde la movilidad, la desigualdad en la distribución de los servicios y la falta de coordinación intermunicipal generan brechas en la oportunidad y calidad de la atención. En este contexto, es fundamental explorar mecanismos que permitan a las alcaldías fortalecer su papel en la provisión de salud, mediante esquemas de gobernanza metropolitana, financiamiento compartido y coordinación de servicios.

 

El problema: Fragmentación y desigualdad en la atención de salud municipal

 

El diseño institucional de los servicios médicos municipales en México es altamente heterogéneo. En algunos casos, los municipios han desarrollado sistemas de salud propios, con clínicas, hospitales y servicios de atención prehospitalaria. En otros, dependen completamente de la infraestructura estatal o federal, con limitaciones en rectoría, financiamiento y capacidad operativa.

 

Esta fragmentación genera múltiples desafíos:

 

1. Desigualdad en infraestructura y acceso a servicios de urgencias

   - No todos los municipios cuentan con hospitales o unidades de atención médica de urgencia, lo que obliga a los pacientes a trasladarse a otras localidades.

   - La carencia de infraestructura prehospitalaria limita la capacidad de respuesta ante emergencias.

 

2. Falta de rectoría y coordinación intermunicipal 

   - En zonas metropolitanas, cada municipio opera su sistema de salud de manera independiente, sin mecanismos de referencia y contrarreferencia ágiles.

   - No existen protocolos homologados para la atención de urgencias, lo que retrasa la toma de decisiones.

 

3. Escasez de financiamiento y sostenibilidad

   - Los municipios que cuentan con servicios médicos propios enfrentan dificultades presupuestarias para sostener su operación.

   - La asignación de recursos para salud es discrecional y no responde a las necesidades de la población en cada territorio.

 

4. Deficiencias en la atención prehospitalaria

   - La falta de un sistema unificado de emergencias en áreas metropolitanas reduce la eficiencia de la respuesta ante eventos críticos, como infartos, accidentes cerebrovasculares o emergencias obstétricas.

 

Estos problemas reflejan la necesidad de repensar el modelo de salud municipal en México, explorando alternativas que permitan mejorar la cobertura y calidad de la atención médica.

 

Democratizar los servicios de salud: el papel de los municipios en la atención médica

 

La democratización de los servicios de salud implica una redistribución de responsabilidades en la gestión de la atención médica, permitiendo que los municipios tengan mayor capacidad para planear, coordinar y operar servicios de salud en función de sus necesidades locales. En lugar de depender exclusivamente de los gobiernos estatales o federales, las ciudades deben desarrollar modelos de gobernanza en salud que incluyan:

 

1. Mecanismos de financiamiento intermunicipal

   - Creación de fondos metropolitanos para la atención médica, donde los municipios aporten recursos en función de su población y carga de enfermedad.

   - Diseño de esquemas de financiamiento compartido con el sector estatal y federal para garantizar la sostenibilidad de los servicios.

 

2. Coordinación de servicios médicos entre municipios

   - Implementación de redes metropolitanas de salud que optimicen el uso de infraestructura y personal sanitario.

   - Creación de protocolos homologados para la atención de emergencias, asegurando que los pacientes sean atendidos en la unidad más cercana y con mejor capacidad resolutiva.

 

3. Atención prehospitalaria metropolitana

   - Desarrollo de sistemas integrados de emergencia que permitan movilizar recursos (ambulancias, unidades médicas móviles) sin restricciones municipales.

   - Fortalecimiento de la regulación y capacitación en atención prehospitalaria para garantizar estándares mínimos de calidad.

 

4. Modelos de rectoría compartida

   - Implementación de mecanismos de gobernanza metropolitana en salud, donde la administración de los servicios no dependa exclusivamente de un solo nivel de gobierno.

   - Establecimiento de esquemas de rectoría rotativa o consorcios intermunicipales para evitar sesgos políticos y garantizar continuidad operativa.

 

La adopción de estos modelos permitiría superar las limitaciones de la centralización y mejorar la oportunidad de la atención médica en zonas metropolitanas, asegurando que los servicios sean más accesibles, equitativos y eficientes.

 

Normatividad y viabilidad de la colaboración intermunicipal en salud

 

Si bien la centralización ha sido la norma en el sistema de salud mexicano, el marco normativo vigente permite la colaboración entre municipios para la prestación de servicios públicos, incluyendo la salud.

 

Algunas disposiciones clave que sustentan esta posibilidad incluyen:

 

  • Ley General de Salud: Establece que los gobiernos locales pueden coordinarse para mejorar la prestación de servicios médicos.

  • Constituciones estatales: En diversas entidades, se permite la creación de esquemas de colaboración intermunicipal en la provisión de servicios públicos esenciales.

  • Ley del Gobierno y la Administración Pública Municipal: En varios estados, se reconoce la capacidad de los municipios para asociarse y optimizar la gestión de recursos en salud.

 

Esto significa que los municipios tienen la capacidad legal de coordinarse para mejorar la atención médica, pero hasta ahora, la falta de incentivos y mecanismos de implementación ha impedido que estos modelos se consoliden.

 

Un modelo replicable en el contexto mexicano

 

Si bien algunos municipios han implementado esquemas de colaboración en salud de manera incipiente, la ausencia de una política nacional que fomente la intermunicipalización sigue siendo una barrera para su expansión. Sin embargo, experiencias internacionales han demostrado que la cooperación entre gobiernos locales es una estrategia efectiva para mejorar la calidad y oportunidad de la atención médica.

 

En México, la creación de modelos de atención metropolitana no solo es viable, sino necesaria. Con la creciente urbanización y el aumento de la demanda de servicios médicos, fortalecer la capacidad de respuesta de los municipios podría reducir las brechas de acceso, mejorar la equidad en salud y optimizar el uso de recursos públicos.

 

La centralización del sistema de salud en México ha generado inequidades en la provisión de servicios médicos municipales, afectando especialmente la oportunidad de la atención en urgencias. Democratizar la salud implica redistribuir responsabilidades, permitiendo que los municipios tengan un papel más activo en la gestión de los servicios de salud, a través de esquemas de coordinación intermunicipal, financiamiento conjunto y gobernanza metropolitana.

 

Si bien estos modelos aún no están consolidados en el país, su implementación podría marcar un punto de inflexión en la manera en que se gestiona la atención médica en zonas metropolitanas. Más allá de la discusión sobre centralización o descentralización, el verdadero reto es diseñar sistemas de salud más equitativos, accesibles y sostenibles, donde los municipios tengan mayor capacidad de respuesta ante las necesidades de su población, en un primer paso, mediante la atención médica de urgencias, y posteriormente, como punto de buena práctica hacia la universalización del acceso a los servicios de salud. Ante la centralización, democratización, voz y colaboración.

 

La intermunicipalización de los servicios de salud no es solo una alternativa, sino una necesidad urgente para construir un sistema de salud más justo, eficiente y resiliente ante los desafíos del futuro.

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